Es posible que los médicos también usen un electroencefalograma (EEG) para registrar las ondas cerebrales durante una crisis convulsiva para comprender el tipo de convulsión que estás teniendo y dónde se encuentra en tu cerebro.
La máquina para hacer EEG consiste en electrodos que se pegan el determinadas partes del cuero cabelludo y registran tu actividad cerebral. Los electrodos en sí mismos no duelen y el médico los puede retirar fácilmente.
El EEG puede realizarse en el consultorio médico, pero con seguridad el médico hará que te lo lleves puesto para tu casa por unos días y luego regreses para quitártelo. En algunos casos, el médico puede hacerte pasar la noche en el hospital durante un período de tiempo donde intentará hacer que tengas una convulsión no permitiéndote que duermas mucho o provocándote estrés.
