
Antes de hacer cualquier cosa, ¡necesitas DETENERTE y PENSAR!
Tomarte tiempo para DETENERTE y PENSAR te ayudará a entender cómo los pensamientos y los sentimientos negativos hacen que sea difícil resolver tus problemas y lograr tus objetivos.
Cuando sientes emociones negativas fuertes, como enojo, frustración, vergüenza o tristeza, es una señal de que tienes un problema. Es importante que te DETENGAS y PIENSES. Si sigues adelante y actúas reaccionando a tus emociones negativas, probablemente no elegirás la mejor solución al problema.
Los animales bajo estrés tienen el instinto de pelear o huir. Los seres humanos tienen una tercera opción. Pueden pelear, huir ¡o PENSAR!
Tu filtro
A veces, después de una lesión cerebral traumática, las personas dicen lo que piensan o sienten, sin considerar cómo eso puede afectar a otras personas. Ha cambiado la forma en la que filtran la información.
Imagina un colador de cocina para la comida. Los orificios dejan pasar algunas cosas, pero dejan otras dentro. Así es como funcionan nuestros filtros internos: algunos pensamientos pasan a través de los orificios y los decimos en voz alta. Otros pensamientos no pasan, y los mantenemos dentro. Después de una lesión cerebral traumática, es como si los orificios en tu filtro se hicieran más grandes.
DETENERTE y PENSAR te da la oportunidad de comprobar tu filtro y tomar una decisión sobre qué decir y hacer.
A muchos adolescentes les ayuda pensar en la imagen de un cartel de “Stop” y decirse a sí mismos, “Necesito DETENERME y PENSAR”.