Prueba este experimento…

Noche 1:
Haz tu tarea de la manera que la harías normalmente en una noche cualquiera y observa cuánto tiempo tardas.

Noche 2:
Come algo antes de empezar. Elige una hora en la que te sientas relajado(a) y descansado(a). Busca una habitación tranquila y bien iluminada y elimina todas las distracciones que sea posible. Observa cuánto tiempo tardas en hacer la tarea.

  • ¿Qué opción te gustó más?
  • ¿Con qué opción pudiste completar más trabajos?