Primero, enfóquense en lo positivo. Si están ocupados, tal vez vean a sus hijos poco tiempo durante el día. Es tentador decirles lo que les preocupa en vez de escuchar lo que les sucede a ellos. Probablemente adivinen cómo responderá su hijo(a) adolescente si comienzan a interrogarlo(a) al entrar en casa: seguramente la conversación será muy breve y no muy positiva.
Hemos hablado de la importancia de enfocarse en los aspectos positivos en sesiones anteriores, y aquí también es importante. Usen las herramientas que han aprendido para desarrollar una relación más positiva de las siguientes maneras:
- Escuchar más que hablar. Recordar las reglas de reflexionar lo que escuchamos
- Planificar tiempo positivo juntos (que su hijo/a adolescente disfrute)
- Decirle a su hijo(a) las cosas que les gustan de él(ella) y que ustedes disfrutan pasar tiempo con él(ella).
- Escoger las batallas. Darle a su hijo(a) adolescente más control sobre las decisiones negociables como ropa, pelo, música y su habitación.