
Ver a su hijo/a tener una crisis convulsiva puede ser atemorizante y causar muchas preocupaciones. Muchos padres dicen que se sienten impotentes porque no pueden hacer que la crisis se detenga. Mantenga la calma. Respire profundamente y recuerde reformular: esta es una oportunidad para reunir información (controlar lo que puede controlar).
Una de las mejores cosas que puede hacer como padre es observar la crisis convulsiva atentamente y tomar notas. Estos detalles sobre las crisis convulsivas son muy valiosos para los médicos y serán fundamentales para ayudar con el tratamiento.
Asegúrese de que su hijo reciba un buen tratamiento y tome sus medicamentos todos los días.
Una de las mejores cosas que pueden hacer como padres es observar la crisis convulsiva atentamente y tomar notas. Estos detalles sobre las crisis convulsivas son muy valiosas para los médicos y serán fundamentales para ayudar con el tratamiento. Haga preguntas sobre los medicamentos y asegúrese de informarle al médico cualquier efecto secundario que note. Recuerde, el objetivo del tratamiento es encontrar el medicamento que reduce la cantidad de crisis convulsivas con la menor cantidad posible de efectos secundarios.
Los efectos secundarios comunes incluyen: náuseas, somnolencia, irritabilidad, aumento de peso, visión doble, hiperactividad, trastornos en el sueño y torpeza.