Por qué los sermones no funcionan
Un sermón es una conversación en la que solo una parte habla. Los padres que dan sermones a sus hijos suponen que su hijo(a) adolescente no tiene ideas sobre el asunto que valga la pena escuchar. Los padres solo hablan, sin preguntar. Este enfoque probablemente haga que el(la) adolescente se cierre y se desconecte. Piensen en cómo reaccionan ustedes cuando alguien les da un sermón. Si son como la mayoría de las personas, probablemente se desconecten, pongan los ojos en blanco o murmuren por lo bajo.

Cómo evitar dar sermones
Cuando se encuentren asumiendo que su hijo(a) no debe tener información o ideas sobre un tema determinado, deténganse y recuerden que su hijo(a) es una persona única con sus propias preferencias y opiniones. Comiencen preguntándole si quiere compartir su opinión con ustedes.
Qué intentar en vez de dar sermones
Es importante tener una conversación con su hijo(a) que lo(a) anime a compartir sus sentimientos y pensamientos sobre una situación en particular. Al hacer participar a su hijo(a) en una conversación, podrán solucionar el problema y negociar la situación. Además, pedir y valorar la opinión de su hijo(a) ayuda a mejorar su autoestima.