Cuando se reúnan con personal de la escuela, es importante hablar sobre qué puede hacer su hijo, no solo sobre lo que no puede hacer. Si se concentran principalmente en lo que no puede hacer, eso pinta una imagen negativa. Puede fomentar que otras personas tengan una opinión negativa de su hijo. Aprendan a describir los “problemas” de comportamiento de su hijo en términos positivos. El proceso se llama “reformular” y es similar a lo que aprendieron en la Sesión 1 sobre la importancia de pensar de manera positiva.
Estos son algunos ejemplos:
terco se convierte en tenaz
enojado se convierte en enérgico, capaz de defender sus intereses
hace demasiadas preguntas se convierte en curioso
lento para procesar se convierte en cuidadoso, intencional en su trabajo
tiene dificultades se convierte en trabaja duro, se esfuerza
Y cuando hablen de su hijo, no se olviden de incluir algunas otras características positivas, como: