Además de la experiencia de dolor, la culpa es un sentimiento común que ocurre después de una lesión grave. Muchos padres sienten que deberían haber hecho algo para evitar la lesión. Otros sienten que Dios los está castigando por haber hecho algo malo. En ambos casos, la culpa se desprende naturalmente de esas creencias.

Un hogar seguro

Muchas veces, la culpa se vincula a la expectativa de que como padres debemos ser capaces de mantener nuestros hijos a salvo. Si bien eso sería bueno, no tenemos ese tipo de control todo el tiempo.

La culpa del debería

El sentimiento de que deberíamos hacer algo con frecuencia está vinculado a creencias irracionales o poco realistas. Desafía la idea de que los padres “deberían ser capaces de mantener a sus hijos protegidos de todo daño”. Si bien los padres hacen lo mejor por proteger a sus hijos, no pueden estar siempre y en todo lugar.

Intente eliminar el “debería” de su vocabulario. Reemplácelo con “me gustaría…” o “lo intentaré”.